Cuando hacemos referencia a los encofrados dentro de la construcción, hablamos sobre estructuras de apoyo con sus elementos auxiliares (cimbras, puntales). Estos moldes temporales o permanentes son los encargados de contener el hormigón fresco hasta que el fraguado tenga las condiciones óptimas.
Hechas a partir de diferentes materiales, estos encofrados no deben deformarse por las fuerzas del hormigón y aguantar las cargas del proceso. Además, su reutilización incide en los costes finales, al igual que su estanqueidad, que no debe permitir la pérdida de lechada, mortero o finos.
Clasificaciones de los encofrados
Dentro de la construcción, la labor del encofrado puede estar catalogada por su posición en la obra, el tipo de material de los moldes y la técnica relacionada con el proceso. Siguiendo este orden, encontramos:
● Encofrados horizontales.
Suelen ser estructuras apoyadas por elementos verticales como cimbras o apeos para soportar las cargas. En general, están destinados a la formación de losas, forjados y vigas.
● Encofrados verticales.
Al igual que los anteriores, estos moldes prefabricados o a medida deben estar sustentados por elementos auxiliares. Se utilizan para disponer de pilares, muros, columnas y más.